Años atrás, la mujer tenía que quedarse en su casa y el hombre era el que aportaba y administraba el dinero. Actualmente, esto puede ocasionar variaciones en la intensidad del amor de las parejas. La economía afecta en todos los aspectos
El amor y el dinero parecen ser dos cosas muy distintas: el amor es ideal mientras que la economía es pragmática. En una relación de pareja estos elementos son cercanos y necesarios.
¿Cuáles son las problemáticas financieras de las parejas en la actualidad?
La pareja es una unidad en la cual se tiene que tener una economía propia y establecida, para que pueda existir un dinero en común.
El aporte y la administración del dinero dependen de las características que tenga cada pareja. Es importante recalcar que incluso en las separaciones, los miembros del matrimonio están en la obligación de contribuir con la economía de sus parejas.
Hay veces en que la economía no es saludable. Es cierto que el dinero no sustituye la felicidad de ninguna forma ni menos al amor, ya que esto no se puede comprar.
El dinero es necesario para poder llevar a cabo funciones básicas como comer y las crisis económicas que presentan algunos países son nuevos retos. El mal manejo del dinero puede causar conflictos muy serios en las relaciones.
En caso de que uno de los miembros ya no tenga trabajo, puede sentir que la pareja aporta todo el dinero y, por lo tanto, puede tomar todas las decisiones sobre los temas relacionados con las finanzas de la familia.
1. Tener actitudes opuestas por el dinero
En el matrimonio el acuerdo económico es fundamental para que esta relación se pueda llevar a cabo de la manera adecuada. Muchas personas piensan que pactar un previo acuerdo sería algo malo.
Sin embargo, puede ahorrarte muchas discusiones y problemas económicos. Hablar antes de casarse para crear un acuerdo, la colaboración y entrega de una persona a la otra desde el principio, es muy ventajoso para todos.
2. Deuda de tarjeta de crédito muy alta
Acumular una gran deuda en la tarjeta de crédito puede ser motivo para un divorcio, ya que ambos cónyuges deben trabajar fuertemente para poder pagar el dinero que uno solo se gastó.
3. Compras grandes por impulso
Antes de realizar una compra grande, la pareja debe de conversar sobre esta, ya que, lo que para uno puede ser una prioridad, para el otro puede ser solo un capricho. Hablar es la clave para no llegar al divorcio.
Es importante que podamos pensar y hacer una evaluación sobre los peores de los casos, ¿Qué pasaría si se quedaran en bancarrota? o ¿si alguno de los dos se enferma? o ¿se aumenta el alquiler de su apartamento? para así poder conocer si el dinero de la pareja se está invirtiendo de manera agresiva o de la manera correcta y beneficiosa para la relación.
Es válido que agreguen condiciones. Pueden llegar a la conclusión de crear un fondo para dar dinero a la familia.
Asimismo, hay que reservar una cantidad de dinero para estos casos inesperados. También podemos agregar condiciones como que si alguien toma el dinero de la cuenta debe devolverlo en un periodo de tiempo determinado.
4. Estrés por unificar cuentas bancarias
Las cuentas en conjunto a veces suelen ser un problema, ya que una de las personas puede sentirse incómoda por la cantidad de dinero que el otro gasta y esto ocasiona una discusión.
Sin embargo, lo más recomendable es que tengan tres cuentas, una para cada uno y otra cuenta para la pareja. Esto puede facilitar la comunicación entre ambos y evitar problemas económicos producidos por los desequilibrios en los gastos.
Tiene que ser favorable para ambos. Deben llevar las finanzas en común y los dos miembros de la familia deben realizar pagos y colaboraciones para los gastos en todo momento.
5. Gastos inesperados muy importantes
Los gastos inesperados pueden causar el divorcio. Cuando un miembro de la pareja gasta más dinero de lo acordado, ya sea en los hijos, en ropa o en un familiar enfermo sin notificarlo antes, puede causar un problema.
6. Gastar demasiado dinero en la boda
Cuando una pareja va a casarse, debe cerciorarse de que tendrán una estabilidad financiera luego de la boda. Es por ello que no pueden gastarse todo el dinero en una gran celebración y luego quedarse sin nada.
7. No recibir asesoramiento financiero antes del matrimonio
Las personas deben de tener un asesoramiento financiero antes de casarse, para que les enseñen cómo pueden ahorrar, compartir gastos y maximizar su dinero.
Muy pocas parejas reciben este asesoramiento, y por eso terminan divorciándose por los problemas financieros.
8. Extender mucho los presupuestos
Al comenzar la relación, si ambos comparten su dinero, pueden sentirse que están bien económicamente. Sin embargo, al realizar compras o gastos innecesarios, comienzan los problemas.
Es importante que se aparte una finanza en común y una cantidad de dinero específico para gastar cada uno de su sueldo. También pueden plantearse objetivos financieros de largo plazo donde cada uno pueda aportar un poco y lograrlo conjuntamente.
Tienen que mantenerse constantemente haciendo cálculos, evaluando situaciones y verificando el saldo de las cuentas. Esto les permitirá saber con cuánto dinero cuentan y de cuánto podrán disponer en un futuro si pasa una situación inesperada.
9. Las prioridades financieras no coinciden
Controlar los gastos y la manera de administrar el dinero depende de las habilidades de los miembros de la pareja.
En la antigüedad la mujer administraba el dinero y se quedaba en casa mientras que el hombre era quién salía a trabajar y se lo ganaba. Sin embargo, el mundo ha cambiado y actualmente las dos personas trabajan.
Puede existir la división de funciones en donde un miembro de la pareja se encargue de un aspecto particular como la comida y el otro miembro de la pareja se encarga de asuntos menos importantes como viajes.
Es recomendable crear un fondo para estos viajes o para darse algunos gustos. De esta manera ambos pueden contribuir a esta cuenta conjunta para realizar actividades fuera de la rutina.
Incluso también puede servir para reparaciones futuras en el hogar, para ayudar a los padres, para viajes de mudanza o comprar cosas como artefactos electrónicos, entre ellos celulares o cafeteras eléctricas.
Sin embargo, también deberían de tener una cuenta individual con el dinero, que cada uno pueda gastar de la manera que mejor quiera, sin que afecte a la pareja o a la familia.
10. Ser incapaces de comprometerse con el gasto
Los miembros de la pareja no deben quedarse callados, sino que deben manifestar sus preocupaciones acerca de la cantidad de dinero que gasta el otro para así evitar problemas económicos al quedarse sin dinero.
El dinero en muchas parejas puede ser un tema muy conflictivo, pero es muy saludable poder hablar de ello y de su administración para que perdure en el tiempo.
El problema económico principal en las parejas no es la dificultad de adquirir el dinero, sino quién tiene el poder económico en la pareja y cómo se gastan y administran los ingresos.
Las decisiones se deben tomar en pareja. Esto puede hacerse mediante una conversación previa al matrimonio, la cual permitirá el buen funcionamiento de la pareja.
Además, la presión por la falta de dinero hace que comiencen los problemas de comunicación, la angustia, la soledad y la tensión negativa en la familia. Esto causa una gran crisis en la pareja.
Sin embargo, siempre deben procurar llegar a un consenso para satisfacer de vez en cuando los deseos de su pareja. Además, es importante pasar tiempo de calidad juntos.
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